Con el paso de los años, el trabajo en campos como la construcción o la ingeniería se ha visto modificado, en buena medida gracias a la aparición de nuevos tipos de herramientas, que han obligado a modificar los antiguos y peligrosos métodos de trabajo. Uno de estos tipos de herramientas han sido las herramientas neumáticas, fabricadas con tres piezas fundamentales: un compresor, una línea de aire y un accesorio específico que le permita ejecutar una acción concreta.
¿Cómo funcionan las herramientas neumáticas?
Una herramienta neumática es aquella que funciona gracias al desplazamiento de aire de una parte de la herramienta a otra de la manera más rápida posible. Todo comienza con el compresor de aire, que está conectado mediante una serie de conectores (valga la redundancia) situados en la base. Al accionar el disparo, una ráfaga de aire comprimido es empujada a través del circuito interno de la herramienta y se entrega a las distintas partes móviles que conforman su estructura.
Esta presión hace que se mueva a gran velocidad y permite utilizar herramientas como llaves inglesas o taladros. En el caso de otras herramientas, como pistolas de clavos o martillos neumáticos, el aire llegará hasta el extremo para empujarlo con fuerza y hacer que cumpla su función.
Las herramientas neumáticas no funcionan solo con aire comprimido: también pueden funcionar con gas, generalmente dióxido de carbono, facilitando su transporte al ver sensiblemente reducido su peso -al incorporar únicamente un pequeño cartucho de gas, el peso total de la herramienta se reduce de manera notable-.
No obstante, por norma general se diferencia entre herramientas neumáticas y herramientas de gas. En esencia son lo mismo, ya que una herramienta que utiliza gas para funcionar es una herramienta neumática, pero al designarla como “de gas”, se hace alusión a que esa herramienta concreta funciona con cartuchos intercambiables de gas, una pequeña gran diferencia que puede llevar a confusión a los menos avezados.
Si las comparamos con las herramientas eléctricas, las herramientas neumáticas son mucho más ligeras, no presentan las incompatibilidades que sí padecen las primeras y resultan mucho más fáciles de manejar gracias a su reducido peso y al uso del aire, siendo a su vez más ergonómicas y pudiendo realizar movimientos mucho más precisos, lo que repercute en la experiencia de trabajo.
Clase de herramientas neumáticas que existen en el mercado
A día de hoy, en el mercado existen multitud de herramientas neumáticas que sirven a fines muy distintos y pueden ser utilizadas en multitud de trabajos y proyectos. Tal y como puedes comprobar echando un vistazo al catálogo de Jucarsa, uno de los portales de referencia para la compra de herramientas neumáticas y accesorios para su adecuado mantenimiento, existen herramientas neumáticas para trabajos de corte o perforación, para trabajos de apriete, para labores de acabado, para tareas de fijación o para actividades que exijan presión de aire.
Para perforar y cortar
En este grupo encontramos taladros, amoladoras, sierras y martillos cinceladores.
Los taladros pueden llevar mangos rectos, alineados con la tapa del motor; mangos tipo pistola, que facilitan el apuntado, o mangos angulares, para labores menores y sitios con un espacio reducido.
Las amoladoras, esmeriladoras portátiles con protección, es habitual encontrarlas con dos diseños diferentes: rectos o angulares. Los mangos rectos llegan hasta el extremo de la carcasa, mientras que el angular presenta una desviación de 90º con respecto al husillo.
Las sierras abarcan una gran familia de herramientas ideales para múltiples actividades de cortado y se pueden encontrar versiones de gran envergadura. De media, suelen mover unos 160 litros de aire por minuto, siendo mucho más eficaces que las eléctricas.
Por su parte, los martillos cinceladores son versiones neumáticas de los rotomartillos eléctricos. Son muy utilizados en talleres de automóviles y cualquier centro especializado en labores mecánicas.
Para apretar
Aquí podemos encontrar carracas o trinquetes, llaves de impacto y destornilladores.
Las carracas neumáticas son ideales para labores de sujeción de tuercas y tornillos. Al no tener que hacer torsiones con la muñeca, resultan mucho más cómodos de utilizar. Casi todas son de mango recto y palanca.
Las llaves de impacto son una de las herramientas neumáticas más populares. Pueden ser de mango recto, de mango tipo pistola -para labores puntuales- y de mango recto.
Los destornilladores trabajan en ambos sentidos, pudiendo contar con función de atornillado y destornillado y funcionando en todo tipo de espacios. Cuentan con mangos de tipo pistola, muy cómodos para la mayoría de situaciones, y con diseño recto, como los manuales.
Para trabajos de acabado
Lijadoras, pulidoras y pulverizadores de pintura forman esta subcategoría de herramientas neumáticas.
Las lijadoras se dividen en dos grupos: las orbitales, que suelen venir con almohadillas de entre cinco y seis pulgadas, y de banda, que trabajan con correas delgadas sobre una varilla larga, capaz de penetrar donde incluso una lijadora delta no puede llegar.
Las pulidoras son lijadoras que trabajan a una velocidad mucho menor. Se pueden encontrar con mango tipo pistola o de tipo angular, en función de qué labor vayamos a realizar y la disposición de la superficie sobre la que sea necesario trabajar.
Por su parte, los pulverizadores de pintura son ideales para esparcir la pintura de manera uniforme sobre una superficie. Se utilizan mucho a la hora de pintar coches, paneles y otros objetos de gran tamaño que precisan de una capa uniforme de pintura.
Para fijar
Esta familia la conforman las pistolas de clavos, las grapadoras y las remachadoras.
Las pistolas de clavos pueden encontrarse con un suministrador en cartucho, que vienen normalmente con unos 30-40 clavos, o con un sistema de suministro de rollo, que almacena los clavos en un tambor.
Las grapadoras neumáticas cumplen la misma función que las que no utilizan aire para empujar la grapa, solo que funcionan con cartuchos en vez de con hileras de grapas.
Las remachadoras son una suerte de combinación de las dos anteriores y basa su funcionamiento en el de las grapadoras neumáticas.
Para labores con elevada presión de aire
Categoría formada por pistolas de soplado, infladores de neumáticos, pistolas de chorro de arena y pistolas de limpieza.
Las pistolas de soplado son perfectas para retirar suciedad de manera selectiva incrustada de una superficie. Se utilizan para secar piezas de motores, soplar tuberías o retirar hojas secas.
Los infladores de neumáticos son las herramientas neumáticas por antonomasia, ya que se utilizan para hinchar de aire los neumáticos de los vehículos tanto en turismos como en vehículos de competición.
Las pistolas de chorro de arena son utilizadas para retirar restos de herrumbre y pintura en esquinas, costuras de soldadura y superficies de reducido tamaño. Además, trabajan bien en superficies de acero.
Por último, las pistolas de limpieza hacen uso de un pequeño depósito que se puede llenar con agua y jabón para multiplicar el efecto de la limpieza. Muy utilizadas para limpiar cristales o grandes superficies.
Ventajas de utilizar herramientas neumáticas
El uso de herramientas neumáticas permite desarrollar grandes fuerzas que son imposibles de obtener con energía eléctrica. Además, el aire es una fuente de energía gratuita e inagotable, lo que hace que el consumo no sea un problema para este tipo de máquinas.
En cuanto a la seguridad, las herramientas neumáticas no producen chispas y se reduce notablemente el riesgo de provocar incendios, así como otros riesgos asociados a la manipulación de dispositivos eléctricos.
El uso del aire como fuente de energía ha sorprendido además a los expertos desde hace tiempo porque, además de muy efectiva y barata, no genera residuos, siendo una de las opciones más recomendadas para obtener energía y aplicarla a distintos sectores industriales, como el de la alimentación, el textil o el químico.
Y es que el uso de esta tecnología no entraña riesgos y es muy fácil de usar, ya que el mecanismo que permite diseñar estos sistemas neumáticos es muy sencillo de manipular. Además, usar el aire como fuente de energía fomenta la correcta ejecución de trabajos manuales, aumentando la efectividad al poder usarse con una precisión mucho mayor para procesos más complejos.