Hay momentos en la vida en los que, probablemente, tengamos que recurrir a la solicitud de un préstamo. Si vamos a comprar una casa, o si vamos a abrir nuestro propio negocio, por ejemplo, necesitaremos disponer de una cantidad de dinero de la que, por norma general, no disponemos. Cuando necesitamos liquidez de manera inmediata, lo más común es recurrir a nuestra entidad bancaria de confianza para solicitar un préstamo. Si has pedido uno alguna vez, sabrás de sobra que cuenta con algunos requisitos y cláusulas que han de tener lugar. Cuando hablo de requisitos, me refiero a que el banco o la entidad prestamista solo concede préstamos a aquellos individuos que puedan atenerse a sus condiciones. Estas condiciones suelen ser bastante básicas, como ser mayor de edad o tener el documento de identidad actualizado, pero otras son más concretas, ya que te pedirán ser el titular de una cuenta bancaria online y, por supuesto, tener solvencia.
Al fin y al cabo, lo primero de lo que quieren asegurarse los bancos es de que vayas a poder devolver el dinero que te están prestando. Solicitar un préstamo siempre implica riesgos, ya que implica contraer una deuda que deberás pagar con intereses. ¿Qué quiere decir eso? Que estarás atado a la entidad prestamista hasta que consigas devolverle el dinero que te ha prestado, pero su manera de ganar dinero es añadir un interés a la cuota mensual que has de abonar. Teniendo en cuenta que la prioridad de este tipo de empresas es, precisamente, ganar dinero, lo primero de lo que van a asegurarse es de que puedes pagarles, y algo que podemos aportar como garantía de que lo haremos es un aval.
Un aval es un objeto o propiedad que se explicita como garantía de pago. Aportar un aval significa que, si no puedes pagar, la entidad que está realizando el préstamo se queda con aquello que has puesto como aval. Hay muchas personas que ponen su casa, por ejemplo, y es una de las maneras más comunes de conseguir un préstamo, ya que el aval que solicitan debe tener un valor similar al dinero que te están prestando. Es su forma de asegurarse de que recuperarán su dinero, y aunque puede parecer arriesgado, es una práctica bastante extendida. De hecho, otro objeto que se emplea como aval bastante a menudo es el coche, y si has llegado hasta aquí es probablemente porque estás pensando en avalar tu coche para conseguir un préstamo. Voy a explicarte cómo puedes conseguirlo, y cuáles son los requisitos básicos para que se te permita presentar tu coche como aval.
Cómo y cuándo solicitar un préstamo con el aval de un coche
Aportar un coche como aval puede resultar muy útil para solicitar un préstamo porque te permite acceder a él sin tener que cumplir algunos de los otros requisitos. Por ejemplo, al pedir un préstamo, una de las principales cosas que te piden es que tengas ingresos regulares, porque eso es su garantía de que podrás devolverles el dinero. Si no cuentas con ingresos de este tipo, avalar el coche implica que la devolución del préstamo está asegurada, aunque tus ingresos sean inestables. Es precisamente en este tipo de situaciones en las que se recomienda presentar un aval, ya que, de otro modo, es altamente probable que te denieguen el préstamo. Ahora bien, el requisito básico para que puedas solicitar un préstamo con el coche como aval es que tú seas el propietario del vehículo, es decir, el titular. De lo contrario, no puedes presentarlo, ya no es de tu propiedad.
Si, aun con todo, tu banco te rechaza el préstamo, una de las mejores opciones es recurrir a una empresa de prestamistas privados. Esta es una forma mucho más fácil de acceder a un préstamo, ya que quien va a prestarte dinero no es una entidad sino un individuo. Aceptan avales como tu coche y no tendrás que preocuparte por si apareces en listas como el ASNEF, puesto que las condiciones de este tipo de servidores no se atañen a las mismas que una entidad bancaria. Con Prestamistas.es consigues un crédito rápido y de manera segura, y puedes presentar tu coche como aval sin problema, aunque, evidentemente, también tendrás que demostrar que eres el propietario del vehículo.
Si estás pensando en solicitar un préstamo porque necesitas liquidez de manera inmediata, avalar tu coche puede ser la opción más rápida y sencilla para conseguirlo, y si puedes devolverlo ni siquiera tendrás que preocuparte por perder tu vehículo, ya que un aval se limita a asegurarse de que, en caso de que no puedas pagar, el prestamista pueda recuperar su dinero.