A la hora de financiar la compra de un coche nuevo, tienes que saber que hay diferentes opciones entre las que elegir. Para ayudarte a elegir la mejor opción de financiación, te vamos a mostrar las principales fórmulas que existen hoy en día. Así te será mucho más sencillo ver que opción se adapta mejor a tus necesidades.
Financiar el coche nuevo con el banco
Suele ser la fórmula más usada por buena parte de los conductores. El sistema es muy sencillo, van a su banco, solicitan el dinero que cuesta el vehículo y lo compran.
Una vez que tienen el coche y el préstamo concedido, tendrán que pagar una cuota mensual. Esta cuota quedará escrita en el contrato del crédito, por lo que el cliente sabrá en todo momento la cuota que tendrá que abonar cada mes. Hay que recordar que en el contrato de financiación también se incluye información como interés, si la cuota es fija durante toda la vida o es creciente… por este motivo, antes de firmar es importante leer bien para tener la certeza de que es lo que queremos contratar.
Solicitar financiación a un familiar
Otra opción puede ser la de solicitar financiación a familiares o amigos. El beneficio de esta fórmula es que te nos ahorramos los intereses y comisiones, por lo que la devolución de la deuda se presenta como algo más sencillo. Además, si un mes no podemos pagar o nos retrasamos, no habrá problemas y los intereses no aumentarán drásticamente.
En cambio, esta fórmula puede traer un problema y es que si nos retrasamos bastante en los pagos, el familiar o amigo puede comenzar a cabrearse. Todo esto puede poner en riesgo la amistad. Es decir, esta opción cuenta con puntos positivos y negativos.
Financiación flexible
Muchas marcas de coches ofrecen esta opción a sus clientes a la hora de financiar sus vehículos.
Es una opción parecida a la de comprar el coche a plazos, pero con ligeras diferencias. En este caso, pagarás X cuotas y cuando las hayas pagado y haya pasado el tiempo firmado en el contrato, tendrás la opción de devolver el coche o pagar una última cuota para quedarte con el coche. Todo esto estará registrado en el contrato. La ventaja de este sistema es que podrás decidir si finalmente te quieres quedar con el coche o lo quieres devolver.
Usar la fórmula del leasing o renting
El arrendamiento financiero es otra opción. Hasta el momento el leasing como el renting eran sistema de financiación que usaban principalmente las pymes y los autónomos. Pero esta fórmula cada vez se usa más entre los particulares, gracias a que tiene puntos positivos.
La principal ventaja de este sistema es que no tienes que preocuparte de la depreciación del coche, a la vez que pasados X años podrás elegir finalizar el contrato, quedarte con el coche o comenzar a disfrutar de uno nuevo. A esto hay que añadir que el desgate y reparaciones suelen ir a cargo de la empresa, dependiendo de la opción elegida. A cambio, la cuota mensual suele ser más elevada que la de una financiación de coche, no podrás pasarte de unos kilómetros si no quieres pagar una penalización y el coche no será tuyo si no pagas una cuota final de compra.
Financiar el coche con el concesionario
Para acabar, te presento otra de las opciones que más se suelen usar. En este caso financiarás la compra del coche con el concesionario, el cual normalmente suele trabajar con una entidad bancaria. A cambio de financiar el coche con ellos conseguirás un descuento sobre el precio, de aquí que muchas personas apuesten por esta opción. Si te interesa esta fórmula, tienes que tener claro que normalmente el interés suele ser ligeramente superior al de un banco, de aquí que el ahorro te lo termines gastando en intereses. Pero esto es cuestión de hacer números y ver que alternativa te interesa más. Y es que gracias a que cada vez hay más opciones de financiación, esto permite que cada cliente pueda elegir como financiar la compra de su nuevo coche con más facilidad. Recuerda, compara y quédate con la fórmula que más te interese.